Manuel Vázquez
Por el momento, el tren Euromed, de velocidad alta, que no de alta velocidad, sólo ha provocado una guerra estéril entre los dos principales partidos políticos: PSOE y PP Y el Euromed sin hacer, sin llegar, sin presupuestarse debidamente.
Eso sí, de declaraciones de intenciones y promesas políticas de uno y otro bando está la hemeroteca de los medios de comunicación llena. Tantas que el acceso por Internet al archivo de este periódico entra en vía lenta cuando se le introduce la búsqueda de la palabra Euromed. Sale hasta en una información de unos jóvenes para montar una cooperativa que consideran fundamental la llegada del Euromed a la provincia.
Y no sólo lo creen esos jóvenes, sino también la Mesa de las Infraestructuras compuesta por partidos, empresarios, sindicatos y medios de comunicación, y hasta el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia Ramón Luis Valcárcel, que así lo dijo el 24 de febrero de este año. “Murcia necesita conectarse con Andalucía a través de Almería por el Euromed, para en el futuro hacerlo con Granada”.
¿Qué es el Euromed? Pues un AVE de segunda. En una palabra, el AVE alcanza los 300 kilómetros por hora, mientras que el Euromed ronda sólo los 200 kilómetros por hora. La razón es el ancho y el trazado de la vía. Mientras que el AVE necesita un ancho especial y un trazado adecuado para la “alta velocidad”, el Euromed puede circular por una vía “normal” -más estrecha- que es mejorada para conseguir una “velocidad alta”.
Explicado el invento cabe preguntarse cuál es la razón de que nueve años después de que Josep Borrell hablara del Euromed aún no se sabe, con certeza, si llegará a Almería y cuándo.
Llegó el PP al Gobierno de la nación y dijo que Borrell no había contemplado el Euromed para Almería, que ellos sí lo harían. Se apresuró el PSOE a exigir la llegada del Euromed y a que se consignaran partidas presupuestarias. Ese asunto ocupó muchas páginas hasta que Almería fue incluida en el Plan Director de Infraestructuras que diseñó Borrell y que revisó Arias Salgado.
Después vino otra polémica: La de las competencias. Así, la Junta reclamó el Euromed y para demostrar su voluntad política, encargó un estudio de viabilidad. Cuarenta millones de pesetas. El estudio diseccionó un trazado para unir Almería con Murcia, vía Níjar-Vera-Pulpí y Almendricos. Perfecto. El Euromed es viable, el trazado está elegido y el coste estimado son 78.100 millones. En esas condiciones, Almería-Murcia estaría conectada vía Euromed, y a su vez, conectaría hasta Barcelona por Euromed. En la frontera francesa, se estaría en 6 horas y 43 minutos. Pero además, vía Murcia-Albacete, se llegaría a Madrid en 3 horas y 30 minutos. Las ventajas son indudables.
Y en estas llega el PP y dice que el estudio de la Junta no sirve para nada, que no tenían que haberlo realizado porque no es de su competencia. Y encargan un estudio por valor de cien millones.
Primera pregunta: ¿El ministro se habrá leído el estudio de la Junta? ¿Es inservible? Cabe pensar que no, que la Junta ha contratado una empresa especializada y que ésta ha hecho un estudio serio y rigurosamente científico. Pues nada, da igual. Otro estudio más.
Pero ahí otra polémica nueva. El Gobierno plantea firmar un convenio entre Fomento y las comunidades de Castilla La Mancha, Murcia y Valencia para desarrollar el ferrocarril de alta velocidad. Es decir, AVE para Madrid, Valencia, Albacete y Murcia.
Los brazos armados del Gobierno en el partido del PP, dicen que la Junta se sume a ese convenio para desarrollar el Euromed. Que esa es la manera de asegurar la llegada del Euromed cuanto antes. Afirman también que la Junta no quiere firmar ese convenio.
El consejero de Obras Públicas de la Junta, Francisco Vallejo, asegura que hay que ser muy cínico para decir eso, cuando él ha enviado seis cartas al ministro para sentarse hablar de cofinanciación del Euromed y no ha obtenido respuesta.
Que no digan que después de todo, al final es una cuestión de protocolo. Que si el primer paso lo da Fomento o la Junta, porque al ciudadano eso le da igual. El ciudadano quiere que el ministro Rato cumpla la promesa que hizo en Almería el pasado 4 de mayo: El Euromed llegará antes del 2005.
Que PP y PSOE, Gobierno central y autonómico, se dejen de política de velocidad alta -que para eso ya otorgan el Euromed- y hagan política de alta velocidad para no terminar, como ahora, en vía muerta.