ALMERÍA en 1899 era una ciudad de 46.000 habitantes, que se extendía por el Ensanche que tenía como principal arteria el Paseo. La ciudad había crecido enormemente desde que a mediados del siglo XIX se destruyeron sus viejas murallas árabes, vivía de una economía basada fundamentalmente en el comercio, el negocio minero y la actividad portuaria dedicada a la exportación de espartos, uvas, minerales de plomo y de hierro, además del tráfico de pasajeros de la emigración hacia Argelia y viajes hacia otras ciudades costeras.
El Puerto se realizaba desde 1878 siguiendo los planos del ingeniero José Trías Herráiz, que llevó el arranque del dique de Levante hasta las cercanías de la desembocadura de la Rambla, a la altura del final del Paseo de Almería. El Puerto ganaba en dimensiones, ya que anteriormente se pensaba construir desde la calle Real a Pescadería. También se había construido un dique en el Sur de unos 300 metros, con lo cual ganaba el puerto en seguridad ante los vientos.
Almería se encontraba mal comunicada con el resto de España por carreteras, se tardaban tres días viajando a Granada, atravesando ríos y ramblas, con coches de caballerías que no avanzaban por los barri zales cuando caían lluvias. No había puentes para comunicase con el levante- tal situación encarecía la salida de los minerales, del esparto, la importación de trigo.
El ferrocarril
Desde 1895 se había unido Almería con Guadix y cuando se terminase la línea Almería Linares se podría viajar en unas 15 horas a Madrid, ya que entonces se tema que tomar el barco, que desde nuestro puerto les llevaba a Cartagena o Málaga y posteriormente coger el ferrocarril hasta Madrid. Suponía varios días de viaje, unas 40 horas y el tiempo que se perdía con los enlaces entre los transportes.
Durante la última etapa de los gobiernos de Isabel 11 se comunicó Madrid con las principales regiones marítimas (Barcelona, Valencia, Alicante, Cartagena, Málaga, Cádiz, Santander, Bilbao, San Sebastián). Se comunicaba el Centro de España con la rica periferia, pero Almería no consiguió el ferrocarril.
Almería en fechas anteriores a la caída de Isabel II deseaba el ferrocarril. Así el Ayuntamiento trata el 19 de Septiembre de 1868, -cuando ya estaba iniciada la Revolución en Cádiz que terminaría con el reinado de Isabel II-, sobre cuestiones relativas a las característica de la línea de ferrocarril que debería unir Granada con Almería.
El Gobierno de Isabel 11 tenia un plan de ferrocarriles para unir todas las capitales d(, las provincias con Madrid, comunicando las zonas litorales con una línea férrea de San Fernando-Almería que pasaba por Algeciras y Málaga -desafortunadamente ni inca se retomaría el proyecto- Este gran plan se realizaría en diez años, pero la Gloriosa Revolución Septembrina de 1868 lo imposibilitó.
En 1869 se presentó en las Cortes el nuevo Proyecto de Ferrocarriles, siendo ministro de Fomento José Echegaray, que como ingeniero había tenido destino durante unos meses en 1854 en Almería y conocía las dificultades de comunicación de la provincia. El proyecto era la línea Linares – Mengíbar – Jaén – Almería. Fue aprobado en Junio de 1870 Y este proyecto contaba con una línea de mayor longitud que la construida definitivamente y terminada en 1899; además contenía la línea transversal de Almería-Murcia, así se recoge en nú libro Almería entre dos siglos, crisis del 98 y regeneración,editado por Librería Universitaria-lEA.
Era un proyecto de excesivo recorrido y disgustó a los comerciantes de Almería. y fuerzas vivas de nuestra ciudad, pues la línea por Sierra Nevada era n muy larga y costosa. Se quería acortar, que pasase por Guadix y que diese salida a los productos de las ricas lomas de Úbeda, enlazando por Baza o Linares con la red de ferrocarriles. Este proyecto de ferrocarril Linares Almería era también apoyado por la ciudad de Úbeda, pero las autoridades de Jaén deseaban que el ferrocarril atravesase su ciudad.
El proyecto tuvo dificultades de financiación, ya que el Estado solamente aportaba 60.000 pesetas por kilómetro, la mitad de lo concedido en las líneas de Gijón León y, Ponferrada – La Coruña, lo que era considerado injusto por los almerienses.
En los años de 1870 se realizaron actos para impulsar la construcción del ferrocarril, para dar salida a la riqueza minera y agrícola de Almería.
Fue importante la llegada a Almería como Ingeniero Jefe de, José Trías Herráiz, que había sido discípulo de Echegaray. En la capital realiza el Proyecto del Ferrocarril de Almería-Guadix en 1875. Pensaba que el ferrocarril podría aportar una ganancia de un 5 % anual.
En 1889 la subasta de la línea Almería Linares quedó desierta. Las empresas no pujaron pues la consideraron ruinosa. El Estado concedió la construcción de la línea al Banco General de Madrid, que en un espacio de diez años la terminó.
Trayecto final.
El proyecto definitivo proyectado en 1891 acortó distancias, por lo que las líneas férreas tuvieron que vencer profundos desniveles con curvas que debían ser tornadas lentamente por su peligro. Se reducía el recorrido atravesando zonas de montañas, daba salida a la riqueza minera de Alquife, pero privó a la comarca de Canjáyar de tener una salida para sus uvas.
La construcción del ferrocarril de Almería fue posible gracias a la acción del político alicantino Carlos Navarro Rodrigo -político liberal que desde los años de 1870 había conseguido en diferentes ocasiones escaño por Almería, fue el verdadero cacique de la política liberal almeriense, siguiendo sus ideas un activo hombre convencido de la conveniencia del ferrocarril en Almería, el diputado Sebastián Pérez, que era de Gérgal y en las Cortes defendió apasionadamente la necesidad del Ferrocarril para la subsistencia de Almería.
Navarro fue ministro de Fomento con Sagasta y logró ampliar los créditos para la construcción de la línea del ferrocarril almeriense. También fue impulsor del puerto. Fue muy importante la intervención del hombre de negocios catalán Ivo Bosch, que era Presidente del Consejo de Administración del Banco General de Madrid, entidad que adquiere la construcción de la línea Linares -Almería, después de que hubiese quedado desierta la subasta el 18 de Mayo de 1889.
En 1895 se inauguró la línea Guadix Almería, en acto solemne en el que participó el Obispo Santos Zárate. Nicolás Salmerón firmó el acta de entrega.
El 11 de Marzo de 1899 llegó a Almería el ferrocarril inaugural que enlazaba Linares con Almería, celebrado con fiestas en Almería entre el 11 al 16 de marzo.
La Estación del Ferrocarril estaba terminada en 1893, hermoso edificio en e1 que unía el triunfo de la arquitectura de1 hierro con la belleza del arte mudéjar, estas y otras obras se narran en mi libro Almería entre dos siglos, editado por Librería Universitaria-1EA.
MARTÍN GARCÍA VALVERDE. ALMERIA