¿Galgos?, ¿Podencos? El futuro del ferrocarril en Almería

La ciudad de Almería se encuentra en estos momentos en una encrucijada esencial a la hora de definir cuales van a ser los equipamientos de los servicios de transporte para los años venideros. De lo que se decida ahora saldrá en gran medida el modelo de ciudad que heredarán los almerienses del futuro. El transporte ferroviario, su desarrollo, la ubicación de sus centros neurálgicos, la conexión de futuras redes y, en definitiva, la puesta a disposición para el ciudadano de un servicio esencial en la perspectiva del siglo XXI, será una de las decisiones que políticos y ciudadanos de Almería deberán afinar de cara al futuro.

El proyecto de conexión ferroviaria con el Arco Mediterráneo y el soterramiento de sus líneas al paso por la ciudad, aunque se hagan en sucesivas fases, deben responder a un proyecto global de transporte de viajeros y mercancías intermodal, con un horizonte lo suficientemente amplio, como para no quedar obsoleto dentro de diez o quince años, como por desgracia suele ocurrir con muchos proyectos realizados por quienes no ven más allá de sus narices.

Este concepto de intermodalidad quedará completo con la permanencia de la estación de viajeros en el centro de la ciudad, soterrándola bajo la actual, con la comunicación, también soterrada, con el puerto (viajeros y mercancías) y, ¿por qué no?, con el aeropuerto, si es factible que la nueva línea pase junto a éste.

Algunas de las propuestas u opiniones que han aparecido últimamente, aparte de confundir y desorientar gravemente a la opinión pública y de ser emitidas la mayoría de las veces sin los más elementales conocimientos sobre lo que se está hablando, denotan claramente que su exposición responde en muchos casos a intereses particulares especulativos o a intereses políticos de partido. Se hace, pues, necesario que nuestros cargos públicos, políticos o colectivos sociales y económicos asuman proyectos con una perspectiva global y de futuro que suponga un bien colectivo para esta ciudad.

Reclamamos de ellos que caigan definitivamente en  desuso frases o eslóganes como los que hemos escuchado recientemente: “…prefiero que salgan viajeros antes que pimientos“; “…la estación al Puche, con un tranvía o trenecillo subterráneo que comunique con la intermodal…”; “…la estación al Puche y empecemos a liberar terrenos ya…”. También se deben desterrar otros argumentos que no tienen más motivación que el llevarle la contraria al antagonista político. ¿Galgos?, ¿Podencos?

A nadie se le escapa que los terrenos que actualmente ocupan las instalaciones ferroviarias son altamente golosos para especuladores que sólo busquen su beneficio y queden a un lado los intereses colectivos de toda la ciudadanía. Este último objetivo debe quedar muy claro y defenderse desde los foros que tienen responsabilidad en este tema.

Mirémonos en el ejemplo de otras ciudades españolas, también de tipo medio (véase Cádiz, Castellón, Córdoba …), que buscan soluciones para reorganizar su accesibilidad al transporte ferroviario, siempre dentro de la optimización de su ubicación central en los cascos urbanos. Para ello optan por eliminar instalaciones innecesarias, reordenar servicios, soterrar, etc., pero siempre primando la ubicación preferente de sus estaciones de ferrocarril en el centro de la ciudad. Almería tiene que sumarse a esta lista.

Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL)