Javiel Albizu
La conmemoración del centenario de la apertura de la línea férrea de Linares a Almería se convirtió en un acto de reivindicación unánime de la mejora de las infraestructuras ferroviarias de la provincia y de la llegada del Euromed.
La Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería (ASAFAL) quiso “revivir” ayer la experiencia de aquellos que el 12 de marzo de 1899 inauguraban, después de 30 años de espera, una nueva vía de comunicación que revolucionó la vida de la época y aunque desde entonces ha llovido mucho, lo cierto es que, para nuestra desgracia, el ferrocarril sigue siendo una de las principales asignaturas pendientes de la provincia almeriense.
A Asafal le hubiera gustado contar con una de las máquinas de vapor de la época para realizar el viaje entre la capital y la última localidad con estación de la provincia almeriense, Fiñana, pero fue imposible, por lo que tuvo que conformarse con otra antigualla, algo que no costó mucho encontrar dado el “vanguardismo” del parque ferroviario de Almería.
Fría espera
Con puntualidad británica, a las 7.25 horas, el Automotor MAN 592, conocido popularmente como “El Camello”, que sólo se emplea ya para servicios de urgencia, partía rumbo a Fiñana cargado con unos doscientos pasajeros, la mayoría familias dispuestas a pasar una mañana de convivencia, que desafiaron al frío y a la lluvia, que dio un aire nostálgico al recorrido.
Todos ellos portaban un billete como los de la época, que fue pertinentemente taladrado por el revisor y para dar mayor realismo al evento, el maquinista cortaba el suministro eléctrico al paso por los túneles. Sin embargo, la organización fue misericorde y los pasajeros, que recibieron algunos obsequios de Renfe, pudieron disfrutar de mullidos asientos y calefacción.
Los naranjos de Benahadux y Gádor, el puente de Santa Fe, los almendros de Fiñana, o las nevadas cumbres de Sierra Nevada, etc. … ., los usuarios pudieron disfrutar de otra forma de ver la provincia a una velocidad en torno a los 65 km/h, casi el doble que la de hace un siglo, aunque el trazado de la línea sigue siendo igual de malo.
Sesenta y cinco minutos después el tren llegaba a Fiñana, donde fue engalanado para su regreso a la capital. Un fallo de protocolo, llamémoslo así, provocó que el alcalde de la localidad, Juan Martínez, llegara con una hora de retraso, mientras los sufridos pasajeros esquivaban el frío a base de anís con limón y se distraían con la maqueta a escala de cinco pulgadas, hecha a mano, de una máquina de vapor 030, de más de cien años, que funciona con aire comprimido, elaborada por el bastetano José Ferrer García, que lleva invertidos más de cuatro años en la obra.
A los sones del himno de Andalucía, interpretados por la banda municipal, fue descubierta una placa conmemorativa, operación que luego se repetiría en Gádor y Almería, aunque en la localidad gadorense bajo los acordes del himno nacional.
El acto concluyó con reparto de bollos de chocolate para los niños, un café y una degustación de pan con con aceite de Fiñana para los mayores.
A las 10.40 horas, el tren inició su regreso a la capital, no sin antes detenerse treinta y cinco minutos en Gádor, donde fue recibido por el primer edil, Eugenio Gonzálvez, el diputado provincial José Trujillo y varios gadorenses, algunas vestí-‘ das con trajes típicos, que repartieron naranjas.
A las 12.25 horas, el Tren del centenario” hacía su entrada en la estación de Almería. Allí esperaban el concejal de Protección Ciudadana, Cristóbal Moya-Angeler, que suplió al alcalde, el diputado provincial, Gonzalo Bermejo, y el gerente de Renfe en Almería, Manuel Martínez. Los acordes de la agrupación musical San Indalecio de La Cañada, los bailes del grupo Virgen del Mar y un vino pusieron el colofón a unos actos calificados por el presidente de Asafal, Jesús Martínez Capel, de “gran éxito”.
Todos con el tren.
Todas las personalidades aprovecharon esta conmemoración para reivindicar mejores infraestructuras ferroviarias para Almería. “Espero que en años futuros Almería tenga un servicio ferroviario acorde al siglo XXI’, significó el gerente de Renfe, Manuel Martínez.
“La debilidad de las inversiones en los últimos tiempos se verá recompensada con la llegada del Euromed, que nos conectará con Europa y con Madrid”, declaró Bermejo, quien fue a más y animó a “a todas las instituciones, políticos, empresarios y sociedad, en general, a trabajar para acortar los plazos de llegada del Euromed”, apuntó el diputado.
“Ha llovido mucho desde la apertura de la línea Linares-Almería, pero tenemos unas reivindicaciones parecidas a las de entonces. Esperemos que no tengamos que esperar más de veinte años como hace cien”, dijo el edil Moya-Angeler.
“El tren ha sido el motor del desarrollo económico de Almería y no puede morir’, certificó Gonzálvez, alcalde del Gádor.