La reciente publicación de los nuevos horarios para los servicios Avant-AVE a través de la línea de alta velocidad Granada – Antequera vienen a confirmar lo que tantas veces hemos denunciado a través de esta tribuna: la desastrosa planificación y ejecución de las infraestructuras ferroviarias en España que, en este caso particular, afecta al corredor transversal andaluz, aquella A-92 ferroviaria que pudo ser y ahora ha saltado por los aires definitivamente. Y, como siempre, los peores parados salimos los que habitamos en la provincia de Almería.
Hace casi 20 años, los almerienses que querían viajar en tren hasta Sevilla o a Granada disponían de cuatro servicios de ida y vuelta sin transbordo con un tiempo de viaje de 4 horas y 56 minutos y de 1 hora y 56 minutos respectivamente en los más rápidos. Ahora, el nuevo modelo que ha impuesto Renfe y Adif para los servicios de media distancia en el eje transversal andaluz supone una pérdida de calidad y no da respuesta a las necesidades de los ciudadanos, ya que obliga a transbordar en Granada (ya lo avanzábamos en 2015) y, además, solamente tres de los cuatro trenes actuales permitirán a los viajeros continuar hasta Sevilla e impedirá llegar a tiempo a la capital andaluza para poder hacer gestiones. Atención: El trayecto tendrá una duración de 5 horas y 45 minutos, ¡¡casi 50 minutos más que hace veinte años!! y será imposible ir y volver en el día.
Este es uno de los efectos de la chapuza que se ha hecho en la nueva línea de alta velocidad Antequera – Granada, donde existe vía única ente Archidona y la capital de la Alhambra, lo que disminuye considerablemente la capacidad de circulación de trenes (esto es lo que ocurrirá con la futura línea Murcia – Almería) y que, con los nuevos servicios, alcanzará niveles muy altos de saturación. Este nuevo tramo se ha convertido en un cuello de botella para la red regional, obligando a establecer dos puntos de transbordo, en Antequera para los trenes convencionales de Algeciras y Sevilla, y en Granada para los de Almería. Si a esto añadimos que en la línea convencional Almería – Granada no se ha invertido ni un euro en su modernización para lograr un tiempo de viaje sobre 1 hora y 30 minutos entre ambas capitales, será imposible establecer una verdadera red ferroviaria que articule el territorio andaluz.
Creemos que la Junta de Andalucía, como institución más próxima a los ciudadanos, debería ejercer sus competencias en materia de ferrocarriles para influir en la planificación de los servicios intracomunitarios y evitar el deterioro progresivo que se lleva produciendo desde hace mucho tiempo.
No entendemos que se siga expulsando a las personas del ferrocarril cuando la Unión Europea, en su agenda 2030, impone un reparto modal del transporte y una reducción de gases de efecto invernadero. Una vez más vamos en dirección contraria.
Jesús Martínez Capel
Presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Almería
Artículo publicado en el diario LA VOZ DE ALMERÍA el día 13 de febrero de 2020