Miguel Cabrera.
Casi trece años después, los habitantes de Tíjola han vuelto a escuchar hace pocos días el silbido del tren a su paso por la vieja vía, otrora habituada a soportar el trasiego continuo de vagones cargados de mineral, esparto o remolacha. Una antigua locomotora de “la Maquinista Terrestre y Marítima” de Barcelona fabricada en 1964, realiza ya las primeras pruebas que posibilitarán, cuando menos simbólicamente, la recuperación del Ferrocarril en la comarca del Alto Almanzora.
Y es que como expresa el alcalde de Tíjola, Santiago Pozo, la desaparición del tren, desde que en 1985, la Administración decidiera suprimir la línea Guadix-Almendricos por su supuesta falta de rentabilidad, “ha dejado una añoranza tremenda en toda la comarca”. Este vacío se espera cubrir, en cierta medida, con la creación de una línea turística que enlazará las poblaciones de Tíjola, serón y Purchena, y que será posible gracias a la donación de la locomotora por parte de RENFE al Ayuntamiento.
José Adell Oliva, un viejo ferroviario jubilado que vive junto a la abandonada estación de Tíjola, no puede ocultar su enfado cada vez que habla de la suspensión del paso del tren por su pueblo. ” Lo que hicieron aquí fue el crimen más grande que podían cometer”.
Un montaje. José, con total lucidez, explica, desde la experiencia de sus 75 años, que la supresión de la línea fue un montaje, “porque sí era rentable, como probaba que muchas veces se quedara gente sin billete porque los trenes viajaban llenos”.
José considera estupenda la idea de crear el nuevo tren turístico. “Por lo menos vemos una máquina circular”, dice.
Pero si hay alguien orgulloso por haber podido recuperar el tren en Tíjola, ese es el alcalde. Santiago Pozo, a quien pocos creían hace ya casi un año cuando anunció por primera vez su proyecto. Él ha sido quien personalmente ha gestionado la cesión de la locomotora, una pieza de museo, de las que sólo hay tres muestras en España, una en Burgos, otra en Barcelona, y ésta que ya ha sido bautizada como “Tíjola”. “Cuando fuimos a Madrid a por ella, los trabajadores de RENFE que la cuidaban estaban abatidos”, comenta Manuel Liria, funcionario del ayuntamiento que ya ha sido designado como “maquinista”. Liria recibió durante un día entero las instrucciones necesarias para asumir el funcionamiento y mantenimiento de la máquina.
Ahora sólo queda la llegada de dos vagones de madera destinados a los pasajeros de la línea. No obstante, el alcalde no ha sido capaz de esperar y los niños del colegio del pueblo en el que es maestro, ya han podido pasearse en él.
Parque turístico. Mientras llegan los vagones, el ayuntamiento trabaja en ultimar el parque turístico que se quiere articular en torno al tren.
Además de un parque de atracciones, el ayuntamiento cuenta ya con un albergue juvenil con 30 plazas y un mesó, junto al que se pretende construir un museo del tren, para el que ya dispone de “piezas de museo”, como el antiguo motor del pozo que abastecía a la estación del tren.
los estudios para la creación del parque y todo lo que le rodea están siendo realizados sector por sector en colaboración con el Patronato Turístico de Almería, que desde el principio demostró su interés por desarrollar la idea. El INEM también contribuirá en el proyecto creando seis escuelas taller para restaurar todos los edificios.
El ayuntamiento de Tíjola ha firmado también un convenio con la empresa “Hermanos López”, que será la encargada de realizar las principales obras que todavía quedan pendientes para la construcción del parque de atracciones. El alcalde espera que este proyecto pueda crear quince puestos de trabajo directos y un gran número todavía no determinado de indirectos.
Por el turismo rural. El proyecto ideado por el alcalde de Tíjola tiene como fin principal promocionar el turismo rural de la comarca y sus múltiples ofertas de ocio. De esta forma el tren será sólo el centro del complejo turístico situado en el paraje de Moroc, junto al río Bacares, que cuenta ya con un mesón recientemente terminado, un recinto de acampada, un parque infantil, una zona de aparcamientos, y un albergue juvenil con 30 camas.
El parque en sí contará además de la estación del tren con caballitos y barcas antiguas, un tobogán gigante, noria y una pista de karts.
El ayuntamiento quiere realizar también convenios con los agricultores para instalar en la antigua estación puestos en los que se venderán todos los productos típicos de la zona.