MADRID. (De la Redacción de IDEAL.) – La auditoría realizada a “Renfe” por la Intervención General de Ia Administración del Estado durante 1983 ha revelado una situación.económica-financiera de la compañía que bordea la quiebra. Fuentes del Ministerio de Transportes, de quien depende la empresa, no descartan que le cueste el cargo a su actual presidente, Ramón Boixados. Los gastos financieros e intereses suponen el 42 por ciento de los ingresos totales, por lo que tiene una incapacidad estructural para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo. Los excesos de jornada y primas de producción, entre otros, le costaron a la compaña 34.496 millones de pesetas, un 26,5 por ciento del total de gastos de personal.
. La intervención General del Estado ha realizado una auditoría en “Renfe”, uno de los clásicos en pérdidas entre las empresas públicas españolas (más de 159.000 millones en 1983), que ha revelado una situación económico-financiera que bordea la quiebra, e importantes irregularidades de gestión, concretadas, principalmente, en el área de personal de la empresa, Dicha auditoría, a la que ha tenido acceso IDEAL, se realizó duranté todo el año 1983 y será estudiada por el Consejo de Ministros en su reunión del próximo miércoles. Fuentes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, departamento del que depende “Renfe” no han descartado la posibilidad de que el actual presidente de la compañía, Ramón Boixados, sea relevado de sus funciones a la vista de una gestión claramente ineficaz “que no ha conseguido ordenar mínimamente el desbarajuste laboral de, la Red”.
La auditoría, que estudiará el Gobierno va acompañada de un Informe que denuncia las eleva,das indemnizaciones propuestas en concepto de jubilaciones anticipadas decididas en 1984, de las que sería beneficiario aproximadamente un 20 por ciento del personal excluido de convenio. Las indemnizaciones rozaban, en los casos más elevados, los 13 millones de pesetas, Al parecer, éstas fueron canceladas tras la denuncia de la auditoría de la Intervención General del Estado.
Las principales irregularidades en la gestión de personal se han detectado en lo que la compañía denomina “gastos fluctuantes”. Mientras las remuneraciones fijas sumaron el pasado año 64.897 millones de pesetas, los gastos fluctuantes (exceso de jornada, primas de producción, enfermedad, destacamentos, reemplazos … ) ascendieron a 34.496 millones, el 26,5 por ciento de los gastos de personal. Como prólogo la auditoría señala que el salario medio mensual de los. agentes de ‘« Renfe 11 es de 111.390 pesetas,. salario, que está por encima del de todos los sectores productivos excepto dos: Energía y Banca.
GASTOS FLUCTUANTES
Las irregularidades laborales se centran, principalmente, en lo que se conoce como “gastos fluctuantes”. Así, la auditoría descubrió que un grupo de primas de producción, congeladas según convenio, aumentaron hasta un 30 por ciento, incluso más, por acuerdo entre la empresa y los representantes sindicales, incumpliendo el convenio. En 1982 se pagaron primas de especial responsabilidad al personal excluido del convenio sin que dichas percepciones figurasen en nómina. A lo largo de 1983 se cometió la misma irregularidad.
En los llamados reemplazos (trabajos asignados a categoría superior en sustitución de éstos) hay también grandes incumplimientos. En el 31 por ciento de los expedientes, analizados no se respetó el requisito legal de comunicar el reemplazo mediante orden expresa y por escrito; en un 3,5 por ciento de los casos el reemplazo se realiza por vacaciones del titular, de personal no relacionado con la circulación, causa expresamente prohibida; en la mayoría de los casos se incumple el tiempo máximo de duración del reemplazo, hasta el punto de que hay agentes que llevan reemplazados más de 10 años y se abonan simultáneamente remuneraciones por rúbricas reglamentariamente incompatibles con el reemplazo.
Los auditores se muestran veladamente escandalizados por el caos retributivo de la empresa (321 conceptos en 1983), recomendando simplificación, control y que todos los conceptos de retribución aparezcan en nómina para evitar los casos citados. Piden asimismo controles inmediatos para las llamadas retribuciones extraeconómicas. Así, por ejemplo, piden la sustitución del actual sistema de economatos, que costó a la Red 1.731 millones de pesetas en 1983, de los que 1428 millones fueron gastos de personal. Los comedores y cafeterías laborales (34 establecimientos) costaron 135 millones de pesetas.
GASTOS DE INVERSION
Pero si la gestión laboral es caótica y descontrolada, la de Inversiones es pura broma. La auditoría descubre que los gastos de inversión de cada año superan ampliamente lo presupuestado. Como ejemplo cita un caso revelador: en 1982 se concedió mediante decreto una subvención adicional para inversiones de 15.636 millones de pesetas. A 31 de diciembre del pasado año se calcula que la compañía ha efectuado inversiones sin cobertura presupuestaria por valor de 80.142 millones.
Se descubre asimismo un “truco” que acaba por ser perjudicial para “Renfe”. Resulta que la financiación del presupuesto de capital se obtiene, casi en su totalidad, durante el ejercicio presupuestario; pero el pago de las inversiones efectuadas durante cada ejercicio se realiza entre los doce y veintiún meses siguientes a la ficha de factura. Mediante este sistema “Renfe” obtiene una importante financiación adicional ajena al presupuesto.
Lo que ocurre es que de esta forma las inversiones contratadas se encarecen entre un 6 y un 22 por ciento, sin contar con que los contratistas cargan costes financieros al ofertar precios debido a esta práctica.’ “El coste total de las obras efectuadas, dice la auditor!&, -suele superar ampliamente el previsto en el contrato inicial, con modificaciones que determinan sobre la muestra analizada, que el importe total gastado sea de hasta el 326 por ciento sobre el inicialmente previsto”.
CONTINÚA LA DESCAPITALIZACIÓN DE LA COMPAÑÍA
La situación económico-financiera de Ia empresa es muy grave, pero esto ya se sabía. En 1983 continuó la descapitalízación de la compañía con una relación de fondos ajenos sobre fondos propios del 180 por ciento. A esto hay que sumar el endeudamiento a corto plazo, puesto que la relación pasivo circulante sobre fondos propios ha pasado del 27 por ciento en 1978 al 94 por ciento en 1983. Los gastos financieros e intereses suponen el 42 por ciento de los ingresos totales. Existe pues, una incapacidad estructural para hacer frente a las obligaciones a corto plazo.
En todos los años estudiados por los auditores el fondo de rotación es negativo. De ahí que se considere que técnicamente, “Renfe” está muy próxima a la suspensión de pagos y a la quiebra. El índice de distancia a la suspensión de pagos (activo circulante en relación al exigible a corto plazo) es de 0,31 puntos y el. de distancia al a quiebra (activo total sobre exigible total) de 1,4 puntos. El Fondo de Rotación ha pasado de -9.171 millones de pesetas en 1978, a -175.264 millones en 1983.